Cuando la mente obtiene la maestría sobre los sentidos, la persona ya no está influida por el entorno. Su psicología está por encima del entorno y, sea cual sea el entorno en el que se encuentre, él continúa igual. Puede estar hablando con cualquier persona, pero él sigue siendo el mismo. Eso significa que no tiene impresiones acerca de nadie; ni buenas ni malas ideas. No carga con impresiones acerca de muchas personas, ni de los continuos acontecimientos que suceden a su alrededor. Esa es la gran liberación del hombre de su entorno. Sólo entonces puede intentar establecer la comunión entre él mismo como Dios y él mismo como hombre. Entonces será capaz de degustar lo que Él es.
EKKIRALA KRISHNAMACHARYA. “Mensajes” pág. 29.