Descripción breve:
Igual que un imán transmite sus energías a las piezas de hierro que le rodean, con o sin su toque, un sanador también puede transmitir energías con o sin su toque. Igual que los imanes se utilizan para liberar energías bloqueadas, las energías magnéticas sanadoras también pueden transmitirse para eliminar congestiones, bloqueos e incluso tumores. Generalmente, la enfermedad se debe a un bloqueo de las energías de vida. Cuando estos bloqueos desaparecen, el resultado es la salud. La calidad de nuestros pensamientos decide la calidad de nuestro propio bienestar. Los pensamientos son de gran importancia. Decir esto no es una mera sentencia moralizante. Hay una ciencia detrás de ello. Los pensamientos sanos y rítmicos permiten un flujo saludable de vida. Un chorro de pensamientos y emociones altera la corriente de vida. Cuando la velocidad de los pensamientos es elevada, la mente tiende a ser hiperactiva, lo que conlleva un consumo excesivo de energía vital. Cuando el flujo de pensamientos es de baja velocidad, se establece la inercia y causa la formación de masas en los tejidos. La masa que hay en el cuerpo impide la armonía entre el cerebro y el cuerpo, y entre el cerebro y el habla. La velocidad del pensamiento es tan importante como la calidad del pensamiento
Muestra
Capítulo 1. Forma de Vida
La forma en que vive una persona tiene un gran impacto en su salud. Las actitudes físicas, emocionales y mentales, así como los hábitos, deciden el grado de salud o su carencia. Las actitudes de una persona existen en ella como semillas y florecen en una determinada ocasión. La clave para tener una buena salud consiste en un acercamiento equilibrado a la vida. La armonía y el equilibrio internos contribuyen sustancialmente a mantener una salud estable. En el mundo actual, la codicia, la competición y los consiguientes celos están haciendo estragos. Una mente corriente se ve afectada por ellos. La sospecha, el enfado, el odio, la duda son las consecuencias que se derivan. El miedo, la ansiedad, la depresión son sus subproductos. Cuando las energías mentales e intelectuales del hombre se ven afectadas por las emociones mencionadas, no se puede siquiera pensar en buena salud.
El énfasis en la higiene de la comida, la comida orgánica etc., se tuerce a no ser que el hombre aprenda cómo desear y cómo pensar. Debemos educarnos en cómo co-existir, co- operar y contribuir al bien general, en vez de pensar en el nuestro. La habilidad de ajustarse, de adaptarse y de vivir con equilibrio interno contribuirá sustancialmente a una vida sana.
Con frecuencia, muchos fanáticos de comida sana hoy en día se están enfermando. Esto se debe a que la comida sana por sí sola no puede ayudar, a no ser que se tengan emociones sanas y una orientación mental sana. Al mismo tiempo, se ha visto que personas con la mente sana tienen mejor salud, independientemente de su orientación a la comida sana. Además, en nombre de la salud, el hombre moderno se asegura excesivamente, perdiendo su sistema inmunitario natural.
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